

Video trailer
Director
Reparto
Sinopsis
Filip Mosz es un obrero que descubre gracias a una súper 8 los poderes de las grabaciones cinematográficas. Destinada a grabar los primeros pasos de su bebé, la cámara se convierte en herramienta de exploración y análisis del mundo: fábricas, obreros, ciudades, poblaciones, recuerdos, relaciones de poder y trabajo A medida que Filip encuentra nuevos temas, el mundo cambia. Esta actividad lo aleja de su mujer, empeora su relación con su jefe y provoca rupturas y malentendidos. Tanto su vida privada como su vida social se vuelven inestables como si el cine influyera en la realidad.









(6) comments
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Molto bella , muchas gracias! Es una cinta para debatir, abre muchos frente, el más dramático es lo de la mujer, porque es tan difícil para ella convivir con un artista, con un hombre que intenta escaparse de la mediocridad, que quiere soñar….MAH? Complimenti per il canale e lo sforzo hecho y para una selección tan interesante.
Gracias por tu comentario.
AMATOR: AUTORRETEATRO DEL ARTISTA EN CLAVE MENOR
Un gran artista se revela en la destreza que exhibe para elaborar, pareciera que sin demasiado esfuerzo de su parte, detalles que no requieren de mayores acentuaciones para exponer su visión del mundo. El arte aparatoso se impone incluso a quienes prestan poca atención a ese dominio de la actividad humana, por razones extra artísticas, como se advierte en los lanzamientos de filmes comerciales. Amator es el filme de Krzysztof Kieslowski sobre el cine entendido como medio expresivo, que se aparta de las visiones grandiosas (y por lo general trágicas) de otros cineastas, comenzando por el 8 ½ de Fellini.
¿Todos los cineastas son genios incomprendidos, víctimas de un sistema productivo cruel o sufren bloqueos que ensombrecen y acortan su vida? El cineasta del filme de Kieslowski no es más que un aficionado de provincia, que adquiere una cámara de 8 milímetros para registrar el nacimiento de su primera hija, durante los últimos años del régimen socialista en Polonia. Es un momento especial, en el que todavía el equipamiento de registro audiovisual no se ha masificado (trivializado) como sucede en la actualidad, y por lo tanto su escasez otorgaba relevancia a quienes lo utilizaban.
El protagonista, obrero de una fábrica, nunca es planteado como un artista. Él no se ve de ese modo. Si su mujer lo abandona, es tal vez porque hay otro hombre, no por el cine le haya robado el amor de su pareja. Si su jefe le avisa que al desobedecer sus prohibiciones está jugando con fuego, es para impedir que se perjudique. La gente del medio (críticos, organizadores) que encuentra al exhibir su trabajo, le dirige sin embargo una mirada tan sofisticada, que sugiere una broma colectiva (todos se han complotado para evaluar de manera erudita los torpes intentos del personaje) o un automatismo de su propio discurso, como sucede con frecuencia entre los especialistas, que evalúan desde su perspectiva y empleando su jerga, cualquier cosa que se les aproxime.
Kieslowski logra convertir en sorprendentes las escenas del protagonista con su esposa o con su jefe, que nunca caen en el estereotipo que anuncian (y a continuación defraudan). Cuando se espera que los gritos de la maternidad sean de la esposa pariendo, resultan de otra mujer. Cuando se aguarda una explicación por el quiebre de un espejo por la esposa, la explicación no llega, como tampoco llega la razón por la cual ella abandona al hombre cuando queda embarazada. Las relaciones con el jefe son todavía más inesperadas: todo anuncia que se acerca un castigo al protagonista, sus desgracia por definitiva, por haber desafiado las órdenes del superior, y lo que llega después de la seria advertencia es un premio (o mejor, un soborno).
Eso crea una dramaturgia contenida, que promete estallidos melodramáticos o políticos, y sin embargo los retiene, como si Kieslowski planteara a la audiencia el desafío de imaginar por su cuenta aquello que todos aguardan y él ha decidido omitir. Se sabe que Kieslowski pasó por situaciones parecidas a las de su personaje, cuando siendo un cineasta aficionado, filmó sin querer un suceso policial que puso en grave riesgo su carrera (o tal vez impulsó su carrera, impidiendo que continuara siendo un documentalista amateur). En Amator, la exactitud de los detalles muestra a un cineasta consumado, que puede reducir su paleta y engañar a los censores, porque nada es capaz de impedirle que se exprese.
Inspirador para todas las personas que creen en su vocación. El estilo de Kieslowski es sencillo, tibio y fluido. Una pequeña película que es una obra maestra.
Gracias por compartir esta joya. Hoy descubrí esta página y no puedo creer la cantidad de magníficas películas que hay para ver. Para llorar de alegría!
linda pelicula